Hace mucho que no escribo por acá. No es que no tenga cosas qué contar, en realidad tengo muchas, es sólo que últimamente me siento como no sé, observada, invadida, no sé.
Tengo un nuevo trabajo y por el momento me encanta. Llevaba más de año y medio queriendo trabajar donde estoy ahora, así que estoy contenta, emocionada y con muchas ganas de aprender y ser cada día mejor (sé que parece frase trillada de comercial de un club de optimismo, pero es la verdad). Creo que puedo aprender muchísimo, divertirme como enana mientras lo hago y, lo más importante, creo que puedo llegar a ser bastante buena en eso. Estoy muy contenta.
Por otro lado, mi nueva oficina está genial, simplemente genial, tengo un cuadro padrísimo de Skrebneski (amo a Skrebneski), justo atrás de mí, un camioncito que me trajo MR! de Haití, mi mamá me regaló un Palo de Brasil hermoso, ya tengo una cosa para guardar CD´s bien padre y traido hace algunos años de Tlaquepaque y ahora sólo tengo que encontrar el pizarron blanco que quiero para la otra pared. Y es que quiero un pizarrón bastante grande, así que debo buscarlo con calma.
Pero ya, mucho trabajo para un domingo en la noche.
Pronto contaré todo lo que ha pasado últimamente, es sólo que necesito sacarlo correctamente.