So, this is it
El sr. pasó domingo y lunes en mi casa después de irse de reventón a Tlaxcala con sus amigos de la prepa. Por la mañana, mientras le preparaba el desayuno (o le decía a doña Guille qué queríamos desayunar, que es casi lo mismo) me miró fijamente, me sonrió y me dijo: "¿sabes, princesa? Eres hermosa, me haces completamente feliz y soy todo tuyo, para siempre."
Las últimas seis o siete semanas tuvimos muchos problemas, tantos que hablamos en repetidas ocasiones de terminar y dejar las cosas así por la paz. Claro, no está padre que lo agarre a cachetadas a cada rato ni que él me grite en mitad de la calle, pero fue sólo un tiempo de ajuste. El muy bobo hasta empezó a ejecutar un plan B (que incluía una posible reconciliación con su ex) para "no quedarse solito los próximos 2o ó 25 años, ni ser cacheteado diario". Sé que suena terrible y mezquino y cruel y todo eso, pero lo hablamos horas y horas durante días y días y entendí sus razones. Yo hubiera hecho lo mismo si tuviera un novio que de pronto se volvió sicótico y me grita, cachetea e insulta diario, sin embargo lo que tenemos es algo lo suficientemente extraordinario para ambos como para luchar hasta que ya no podamos más.
Me dijo, de nuevo, que quiere un futuro conmigo, que soy lo más importante en su vida, que me ama como nunca creyó poder amar a nadie y que conmigo ha crecido más y ha sido más feliz de lo que nunca pensó. Y con todo lo que hemos pasado estos tres años, yo sonreí, lo besé y acepté pasar mi vida con él.
Tan, tan :D