Ideas sin forma...


Tú y yo no terminamos nada de lo que empezamos; ni los sueños, ni los quereres ni los reclamos.

Hoy no ha amanecido el cielo.

Entre nosotros hubo películas y besos, juegos y mordidas, café y cigarros, muchos abrazos, risas sin discreción y lágrimas sin pudor ¿nada en realidad?

No puedo pasar mi vida entera hurtando tus sentimientos para revestir mi corazón.

Ya no hablamos para compartirnos cosas, hacernos el amor con palabras, trazar planes inmediatos ni para conseguir iluminar la mirada del otro. Ahora hablamos simple y sencillamente porque ya no tenemos nada qué decirnos y ya no nos hacemos compañía.