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Otra receta de mamá
El sábado se casó mi prima y todos en mi mesa estaban atosigándome a mí, preguntándome cómo estoy, cómo me siento, cuáles son mis planes, si necesito algo... necesito que todos se callen, que me dejen respirar y lidiar con las cosas como a mí me parezca mejor...
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No importa cuántas veces me digan que ya crecí, a mi manera de ver, sigo teniendo 11 años. No importa qué hagan ni qué hagas, siempre sabes cómo hacerlo. Creo que nunca he podido romper todo contacto contigo porque en el fondo estoy más fucked-up que tú, porque no importa cuánto hable de ti, a final de cuentas me jodiste buena parte de la vida.
Sé lo que pasa cuando empiezo estos ciclos, sé cuál será mi siguiente movida, eso no quiere decir que me asuste menos.
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Manuel siempre dice que no me cree mis desmadritos, que a final de cuentas me gana la curiosidad y que no sirvo para una autodestrucción tan grande, yo insisto en que sólo es un método para respirar, para obligarme a pescar el poco aire que queda, pero la gente tiende a interpretarlo de la manera incorrecta...
Tengo estas ganas locas de correr jalándome el cabello y pedir a gritos un pinche tumbling porque Manuel es el que siempre me frena (a puro desdén y cachetadas) pero a final de cuentas soy una pinche jumper que se la juega toda y ahora uno de mis frenos más grandes como que anda fallando... y no sé cómo hacer para hacer algo por él... Estoy tan acostumbrada a sus seguridades a medias que creo que ha pasado de ser uno de mis volantes emocionales a ser uno de mis avionciotos... y a mí me dan mucho pinche miedo las alturas.
Ash, nada tiene sentido... mi citocromo es bueno pero no está acostumbrado.
Creo que es hora de renunciar a algunas cosas y amarrarme otras tantas.
Man, aquí estoy para lo que sea.
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Por otro lado, MR! ya me asustó. Estoy muy chiquita y no puedo vivir de sus inseguridades, creo que a final de cuentas nuestras inseguridades son lo que nos tiene amarraditos. Yo creyéndome tan chingona y él creyéndose tan especial, yo creyéndome con tantas potencialidades y él sin saber que hacer sin admiración y seriedad...
A final de cuentas todo se trata de cuánto estoy dispuesta a peder, yo creo... pero me queda claro que prefiero perder hasta la cabeza con tal de pasar unos minutos más con él...
Y yo que me creí tan inteligente. Ja
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Y bueno, después de cada crisis debe haber una reconstrucción... qué mal, a mí lo que me gusta es el crisis management. Ja
