Ja ja (léase con voz de Nelson)

¡No puedo creer que ya sólo falten tres días! Y estoy emocionadísima por todo lo que viene...

Hace dos meses tenía mis dudas, hace unos días estaba apanicada y ahora simplemente soy feliz. Sabía que esto tenía que pasar, pero al mismo tiempo sabía que sería un proceso difícil, complicado, doloroso y bastante amargo y por lo mismo le tenía un poco de miedo. Llegué a creer que íbamos a tronar como ejotes durante este tiempo, pero no. Resulta que lo que tenemos es mucho más importante y vale mucho más la pena que cualquier otra cosa que tenemos, tuvimos o nos pase.

Ah, ya sé, suena ridículo, cursi e infantil, pero no lo es. Es sólo una disposición incondicional a hacer que las cosas funcionen y a encontrar un terreno de negociación. Porque vale la pena...