26 años después...

Él el adorable, el que desde el principio no ha descansado, al que le he escrito en todos lados, incluso antes de conocerlo. El Rolls-Royce, el adorable, el tierno, el fuerte, el inefable, el culto, el impasible, el que pone cara idiota cuando algo le gusta, el único. El salvavidas, el tirano, la sombra que salva en mitad de un día muy soleado, el sol que te orilla hacia la sombra, el siempre estresado, el risueño. El misterioso que nunca me oculta algún secreto, el que sabe valorar lo que importa pero siempre parece despistado...


Hoy es su cumpleaños. Y lo quiero tanto que creo que algún día hasta lo haré convencerse de mis sentimientos.