Desde que estás



No sé cómo pero sé el efecto que causas...

Desde que llegaste he tenido muchas muertes; no sólo se han muerto mis dolores, mis desilusiones y mis desengaños, ahora resulta que mis lágrimas están agonizando y te culpo por eso.

Hay momentos en los que alguna desdicha se escapa por un hilo de desdén y llega hasta mi corazón pero es entonces que entras tú, con una lengua larga, larga y hábil... como la alegría, y con ella me llenas la vida. Y tienes el poder de hacer que con el calor de tus palabras y los sonidos de tus miradas mis sueños se reafirmen, se rompan mis manías y se desdibujen mis dolores.




Has hecho que mis sueños se queden en su lugar, que mis sonrisas recuperen su sinceridad e incluso has logrado que ya no quiera huír de mi vida a cada instante... tengo la impresión de que hasta la música me sonríe y me arrulla a cada instante, desde que tú estás.