Verdades I


Muchas veces siento que entre nosotros todo es secundario; o sea, tú estás lejos hasta que yo encuentro a alguien y yo me mantengo lejos de tus sentimientos hasta que veo que tu nueva relación va en serio. Es entonces cuando nos reencontramos y le recordamos a nuestros cuerpos que están hechos para acomodarse perfectamente entre ellos.

Entonces nos da por decirnos que nos amamos mientras nuestra piel convence poco a poco a nuestra mente de que estamos enamorados y entre besos, caricias, trocitos de voz y gotitas de sudor le juramos a la luna que estamos enamorados.

Pero claro, no puedes creerle a nuestras bocas. Ellas están tan lejos de nuestros corazones que ni siquiera puedes culparlas de creer tantas mentiras.