Ainda



Sigo siendo la que juega en los límites, la que se burla de muchas desgracias ajenas y la que disfruta los juegos mentales, más cuando involucran al corazón. Sigo siendo la que nunca se ha emborrachado porque sabe sus potencialidades y la que prende un cigarro para no hablar del asunto, la que te deja meterse en su mente y se mete, a fuerza, en la tuya, pero no te acepta una invitación a comer y toma cantidades brutales de café sin problema pero el azucar la altera. La que se emociona con las fresas en un futón mientras ven una película y sigue viendo con desdén ese vino blanco. En pocas palabras soy la misma con un año más. Incluso sigo enamorándome más de ti en los momentos en los que lo único sensato sería mandarte al carajo y correr en la dirección contraria.