Yossarian o Manuel, o Manuel o Yossarian

¡Mira, Sol, una prófuga del metate! dice:
*hahahahaha, y blusa amarilla de niña de escuela católica??
*estoy haciendo un post que va a lograr que me retires tu amistad cibernética o que te burles mucho de mí o que te burles más de mí
Manuel dice:
*ja
¡Mira, Sol, una prófuga del metate! dice:
*qué?
Manuel dice:
*me dan miedo tus posts con amenazas
¡Mira, Sol, una prófuga del metate! dice:
*¿por?
Manuel dice:
*porque estás loca querida


Así me trata... Y siempre me recuerda tanto a Yossarian, o Yossarian me recuerda tanto a Manuel. Creo que lo he dicho muchas veces. El caso es que es uno de mis amigos más confiables, el que siempre me agarra a cachetadas emocionales y me dice la verdad aunque me duela... sobre todo cuando me duele. Se burla terriblemente de mí y pareciera que mientras más terrible sea para mí más divertido es para él. Pero yo me quiero creer que no es porque me quiera herir, de hecho no me lo quiero creer, tengo fe en ese hecho. Él lo hace por cínico y por cabrón, pero justamente esas cualidades son algunas de las que más quiero de él. Es capaz de desinflar al más ponchado y yo ya le tomé un gustito enfermizo a esas cosas, además, claro de que cada que pongo una trampita o voy a hacer una pendejada sin retorno, él me ayuda a planearla o me dice que no sea imbécil porque mejor jodemos la situación por otro lado.
Creo que fue la primera persona que me empezó a tratar como adulta y que no aceptaba mis respuestas de "es que no es mi culpa, fíjate que estoy loca..." , cuando me quedé sin mi beca fue el primero en saltar y en hacerme entender que era algo que tenía que hablar fuerte, claro, directo y sin pendejaditas de por medio. A veces creo que es el único hombre en mi vida que estará siempre ahí, claro si no la cago demasiado y termino alejándolo.
Me conoce mejor que mi terapeuta y nunca he logrado engañarlo respecto a mis verdaderas intenciones cuando empiezo a poner trampitas. Sabe, y me avienta en la jeta, mis peores defectos.
Una novia suya creía que él y yo teníamos algo... definitivamente no seríamos tan buenos amigos si así fuera. Lo quiero de una manera profunda y brutal, pero lo quiero como el amigo en el que siempre voy a confiar, el hermano mayor que nunca tuve y el cómplice perfecto para todas mis pendejaditas. Perfecto porque me deja hacer pendejaditas divertidas y me cachetea terriblemente cuando son pendejadotas. Lo quiero con la seguridad de que es el amigo al que le puedo chillar, con el que puedo enloquecer y que me da consejos sobre relaciones amorosas.
Siempre lo he querido, lo he querido mucho, pero de mi última gran crisis para acá sé que es la única persona que me va a quitar los materiales nocivos y luego me va a rescatar del infierno en un descapotable... Y eso nadie más lo haría, ni siquiera aquellos con los que comparto mi vida...



Y eso se llama dependencia emocional y no mamadas...