Agora
Luché durante algunos meses contra estas ganas absurdas de querer necesitarte. No, no, nunca te necesité pero tenía unas ganas furiosas de hacerlo. Y hace unos días entendí que lo que de verdad necesito es que respeten mis silencios y mis espacios aunque no los comprendan. Que no alteren mis rituales y respeten a mis obsesiones. Ya no tengo que luchar contra las ganas de querer necesitarte y de repente lo extraño. Sobre todo ahorita, que soy una gelatina emocional y tengo el sentimiento de orfandad a flor de piel. Tal vez por eso ya no lucho.
Y anoche me escapé. Nunca me había escapado así, sabiendo que si me cachaban todo se iba al diablo. Nunca me había sentido tan prófuga y tan libre, tan asustada y con tantas ganas de seguir pisando el acelerador. Porque a fin de cuentas eso era lo que me motivaba. Iba rápido, a escondidas y asusta a que se me quitara lo escondida y asustada comprobando que sí iba rápido.
2 comentarios:
Siempre me escapo en medios de silencios...
"Las ganas de querer necesitar..."
Interesante perspectiva...
El respeto como dices es lo importante.. sin respeto es muy difícil la vida en tranquilidad... pero ultimamente lo que nos rodea es intolerancia, contra los otros, contra los demás contra nosotros mismos...
Saludos
SL
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