Domingo à tarde, trabalhando

Trabajamos frente a frente, justo como debe ser. De cuando en cuando levanto la vista de mi lap y lo veo metidísimo en lo que está haciendo. Sonrío con una mezcla de orgullo y admiración... amor le llamo, y sigo trabajando. Momentos después vuelvo a levantar la vista y lo veo mirándome y sonriendo. Siento como un Redoxon haciéndome efervescencia por el cuerpo.

Sí, me gustaría acostumbrarme a esto.