El sadismo del amor

Es jodidamente difícil querer tener a alguien cerca y no poder, pero es peor no saber qué diantres harán para volverse a ver.

Sé justo lo que quiero ahora. En este momento quiero tenerte a mi lado, poder ver tus ojos húmedos y probar el aroma de tu cuerpo que tengo casi olvidado.


Las distancias entre dos personas que se desean no están bien vistas por el amor, a quien no le parece nada simpático que un par de enamoradizos mal encausados estén suspirando por doquier. No se trata de que al amor no le agrade enredarse con personas que viven alejadas, al contrario, creo que lo encuentra lo realmente inspirador, el verdadero problema radica en que el amor es toda una drama queen, porque, por muy fuerte que el sentimiento entre esas dos personas sea, siempre habrá una parte de ellos que sufra mientras la otra disfruta. Me explicaré mejor, porque temo haberlos enredado demasiado: Las personas que se aman a distancia sufren la lejanía el tiempo que dure la relación, pero al mismo tiempo disfrutan de ese amor. De ahí concluimos que el aliciente por excelencia del amor es el sufrimiento.

Es por eso que no se puede resistir un amor a distancia, aún a sabiendas de que no podremos ver a esa otra persona todo el tiempo que nosotros queremos. Esa pequeña tortura es el cimiento de la relación.


¿Qué importa que tenga matices sadomasoquistas si tú también los tienes?