La culpa fue del desayuno

Tengo un tipo de alteración neuronal que me permite (acompañada o no) decir las cosas más estupidamente simples en el universo, cosas que me matan de risa y, en ocasiones muy singulares, a los demás también.

Hoy, platicando con un amigo (mi viejo amigo del post anterior), recordé toda la sarta de bobadas que hemos hecho o dicho y que nos han matado de risa:

*Hemos improvisado novelas (con todo e hijos, criados mal criados, villanos, romances cursis y todas esas cosas amenas que cualquier telenovela decente contiene XD).
*A él le debo inventos tan grandes como "la mora".
*Ir de vacaciones a la fregada.
*Comer caca en la chingada.
*Conspiraciones en las que Mulder (representado por él) trata de convencer a Scully (una servidora) de la culpabilidad del gobierno en los ocultamientos de OVNIS y extraterrestres.
*El mayor escándalo de mi vida (incluido el llamar en la noche al director de la carrera) también fue "en parte" motivado por él.
*Y la de hoy: "Eres bien rara, eres una ´werida´" (Muchas risas) "Werida, así como la mora" (más risas) "¿te imaginas una mora werida?" .

Hahaha, les advertí que era muuuy simple.

Ahhh, hace mucho que no me reía tanto, y todo empezó porque me dieron mi desayuno favorito y él me hizo burla ¬¬. Ni modo, no es mi culpa que él no sepa ni siquiera cuál es su desayuno favorito XD.

Así de coherente me desperté hoy, ustedes disculparán.

El tiempo sí cura

Hoy hablé con un viejo amigo por primera vez en meses.

Las veces que caí, que no fueron pocas, él me ayudó a levantarme. Hubo un periódo de mi vida en el que de verdad estaba mal, un momento en el que yo no creía en mi misma, y fue gracias a él y a otras cuantas personitas que logré salir, porque ellos siguieron creyendo en mí.

Es delicioso poder desnudar el alma de nuevo ante alguien que, posiblemente, te conoce mejor que tu propia familia.


TE ADOROOO

Las fiestas

Pues, las fiestas navideñas pasaron y yo todavía no me logro librar de los compromisos familiares, las fiestas con amistades y, sobre todo, aún no me libro de los miles de foquitos, los 7 Santas y tooodos los adornos navideños que la mamá tuvo a bien colgar por cuanto lugar encontró. Al menos, en mi casa Santa Claus tuvo la decencia de despertarse temprano y dejarme mis regalos, porque si no, ahí sí le hubiera retirado el habla.

No conformes con que tienes que ver a amigos de los amigos y primos de los primos, eso sin contar con los mugres escuincles chillones y caprichudos que abundan en mi familia (tres sobrinos a los que cariñosamente llamo "los primos del medio oriente", por eso de que me dan más miedo que Al Qaeda), también tienes que sonreírles, decirles a las mamás de los futuros terroristas del mundo que sí es cierto que sus hijos son encantadores y encima de todo, comerte el maldito aderezo de Philadelphia y vino tinto que hizo el primo que se cree chef.

Eso no sería tan malo si no fuera porque uno siempre puede contar con que lo hará por partida doble, sí, leyeron bien, doble: media noche en casa de la familia de mi mamá y el resto en casa de la familia de mi papá. Y pues, aunque la familia de mi papá es chidísima y mis primos (de la parte paterna) son las personas más cagadas del mundo es difícil llegar de buenas después de haber convivido con los Bin Laden y sus aún más perversos padres.

La ventaja palpable es que siempre puedo contar con que soy la nieta más pequeña de las dos familias (los bisnietos Bin Laden que vayan y molesten a sus terroristas padres) y que, ante todo, me consentirán y me atascarán de regalos.

Bueno, por lo pronto yo ya me harté de los besos, abrazos, buenos deseos y sobre todo del pavo, así que me dedicaré a hibernar de aquí al 31.

Espero que ustedes se la hayan pasado bonito y si no, pues chin marin, cada quien como pudo.

Ahh, claro, y ahora sí, como dijo Cannabia "Coman mucho, tomen mucho y que la cruda les sea leve".

La música

La música siempre ha sido para mí una vía de escape. No, no hago música, desafortunadamente no me dotaron de ese talento. Pero la música me hace vibrar, tiene un poder absoluto sobre mí. La música me calma, me estressa, me deprime, me enoja, me angustia, y por supuesto, me pone de buenas.

Ayer, fue uno de esos días en los que, sin importar qué pasara alrededor de mí, yo necesitaba una fuerte dósis de música, tabaco y caminata por el parque. Una "pequeña situación" hizo que por cuarta vez en mi tierna vida haya sentido la falta de oxígeno, la opresión en el pecho y la necesidad de correr, gritar y al mismo tiempo llorar. Así que, ahí iba yo, por el parque con jeans, botas con un tacón demasiado molesto para correr, una opresión en el pecho que me impedía hablar, un cigarro en una mano, música muy bajita (por eso de que estaba sola y necesitaba escuchar lo que me rodeaba también) y los ojos humedecidos. Eso no es lo triste, lo realmente triste es que casi choco con un anciano que también tenía los ojos húmedos y, como siempre, al tratar de esquivar sus ojos para que no viera los míos oí un clarito "está bien mi niña, está bien" y al señor en cuestión dedicandome la mejor sonrisa que pudo sacar en ese momento. Me sentí miserable pero sólo por un momento, la verdad es que ese anciano me hizo sonreír y decirle "claro que sí, no hay de otra", pero, aún así, seguí caminando con el mismo sentimiento.

Me topé con otras tantas personas mientras iba caminando, una niña que me veía con una mezcla de curiosidad y burla (me tuve que cagar de la risa, yo hago esa mirada muchas veces), un señor que le decía a su hija "no te lo puedo comprar porque no puedo gastar mucho ahorita, mejor pídeselo a Santa Claus" (hahaha, sí, claro, lo bueno es que no quiere gastar XD). Y todo esto mientras oía unos deliciosos fados.

La música me da claridad mental y gracias a ella hoy sé que las dificultades siempre estarán ahí pero que el sentimiento mutuo las hace un poco más fáciles de sortear, que el amor es algo desinteresado y muchas veces doloroso, que la felicidad total es una utopía, que las personas que quieren encontrar la felicidad sólo se tienen que fijar en los pequeños momentos que nos hacen reír porque esos momentos, atesorados conforman la verdadera felicidad, pero sobre todo, aprendí que estoy dispuesta a dar felicidad, pero también quiero mi propia dósis.

Ahh, también aprendí que recuperé mi capacidad de amar.

Las pasiones

Siempre he sido muy apasionada, no sólo a la hora de amar, no, esa no es la única pasión que se tiene en la vida, mis pasiones superan por mucho las de muchas personas.

Yo siento todo en una forma excesiva, cuando odio odio demasiado, cuando hiero hiero demasiado y me hiren demasiado, y, por supuesto, cuando amo, amo demasiado.

Antier noté lo importante que es despertar las mismas pasiones en la persona que las despierta en tí y lo patético que es no hacerlo.

Cuando alguien se interesa más en la textura de tu pelo que en la profundidad de tus ojos y tú amas a esa persona, es cuando te das cuenta de la incompatiblidad de sus mundos.

Morado, verde, naranja y plateado


Morado, verde, naranja y plateado Posted by Hello

Ni se emocionen, sólo es para ligar la imagen.

La invasión

Pues, como miembro honorario del "Club del Grinch" me declaro en huelga por la invasión que está sufriendo mi casa debido a las próximas fiestas navideñas.

Siempre he sostenido que la mamá no es normal, se vuelve loca con las fiestas decembrinas, loca al grado de que ha convertido mi casa en una villa navideña tipo película de Tim Allen. Para que comprendan mejor mi preocupación, les contaré:
La mamá no se limita a poner un árbol de navidad, cuanto pino, arbusto o ramita encuentra en el jardín sufre el tremendo castigo de ser portador de miles de foquitos rojo, azules, blancos y verdes, sólo le falta adornar con series multicolor las rosas del jardín pero creo que no lo hace por miedo a que crean que es una fanática navideña; tampoco se conforma con adornar la sala, o el comedor. Noooooooo, la mamá tiene que cambiar toooodos los adornos de tooooda la casa, es así como todos los portaretratos tienen que hibernar para darle paso a los que están adornados con arbolitos, copitos de nieve, osos polares muy a lo "Coca-Cola", Santas, muñecos de nieve, etc, además, la mamá no sólo pone juegos de baño de navidad (gracias a algún poder divino no de los típicos en los que aparece un Santa Clós (sí, santa clós y no santa claus) por un lado y por el otro el mismo diseño con los ojos cerrados como por una intoxicación de pompas, la mamá nos pone toallas de navidad a toda la familia. Tengo la sospecha de que si no ha cambiado las toallas sanitarias por unas con diseños navideños es porque no existen.

Así pues, creo que ustedes comprenderán mi preocupación si les cuento que en el último viaje que hizo, cuando la fuimos a recoger al aeropuerto, la hermana y yo nos alarmamos sobremanera al ver 3 cajas muy grandes como para ser chucherías para nosotras y muy pequeñas para ser ataúdes, entonces ¿qué contenían las misteriosas cajas? Fácil, en una había un Santa Clós ¡en un trineo! La segunda contenía un Santa Clós que se puede atorar en las escaleras y parece que está trepado al barandal (al que por cierto, para mi infinita alegría y para la infinita desdicha de mi mamá, mi perra ya se encargó de dislocarle la cadera), y la tercera era la enorgullecida portadora de 250 velitas navideñas ¡para regalar a sus clientes!

Por lo tanto mi casa parece una imitación extraña del Polo Norte y espero que ustedes comprendan mi preocupación: En mi casa ahora hay la fabulosa cantidad de ¡7 Santas! Y si todo acabara ahí no habría problema, pero la mamá se "toma la molestia" de contagiarle el espíritu navideño a mi cuarto, así que no hay lugar de paz en mi casa.

Bueno, voy a desahogar mis frustraciones a otro lado mientras en mi casa siguen tocando los villancicos, y es que "tenemos que sentir por todos lados el espíritu navideño".

Si ven un foco enorme en forma de casa es la mía, no se preocupen, tal vez el año que entra mandemos a mi mamá a vivir con Santa Clós para que no le haga la competencia a su villa navideña.

El día de ayer

Pues ayer pasé casi todo el día con él y la pasé de maravilla, así que aquí les dejo algunos datos curiosos y posiblemente irrelevantes para ustedes, pero que a mí me encantaron:

*Sabe abrazar fuerte.
*Me agarra del cuello cuando vamos a cruzar la calle.
*Le gusta jugar con mi pelo.
*Sabe cómo se llama el dueño de pulgoso (Pierre No Doy Una).
*Me sigue la corriente cuando hago comentarios pirandellos.
*Me abraza por la espalda y me muerde el hombro de manera inesperada.

*Cumple mis caprichitos.
*Me abraza fuerte cuando hago pataletas.
*Me mira a los ojos cuando me habla.
*¡¡¡Sabe hacer lechita con el café!!!
*Me siento extremadamente cómoda a su lado.