TATE



No reacciono igual ni al mismo tiempo que los demás.

Tal vez es algo bueno, tal vez no. No me importa. Lo único que sé es que no siento las cosas a la par que la mayoría y eso me ha ocasionado algunos conflictos. En general creo que todos los demás no tienen derecho a cuestionar, y mucho menos a molestarse por el timing de los mismos... pero bueno.

Sólo sé que me regalaste mis primeros tacones y me maquillé contigo por primera vez, me consentiste en berrinches que mis padres pasaron por alto y eras la única persona, fuera de ellos, a la que le hablaba si tenía cualquier emergencia. Demasiadas veces saliste de tu casa con todo y migraña para asistirme en cosas que no podía manejar sola, como muchas que me pasan aún, y mi madre no podía llegar.

Cuando mi papá murió, sabiendo cómo estaba la situación de crítica con la mamá, ibas por mi a la escuela y me llevabas a comer a tu casa y en muchas ocasiones me obligaste a hacerlo... hahaha recuerdo que a veces me decías "mira, chiquita, si tú no comes yo tampoco, y no seas tan cabrona conmigo porque me muero de hambre", me ayudabas con mi tarea, me hacías reír y también me regañabas.

Eras mi confidente con más años, quien me hacía paros y quien me sacaba anécdotas pirandellas para ilustrar mi caso en turno.

Me faltaron muchas risas, muchas lágrimas y muchos regaños. Me hizo falta que me dijeras cómo le gustan las cosquillas a Elisa, cómo hacías tu gelatina de jerez y cómo enfrentar lo inevitable.

Y sí, tal vez sigo siendo una niña consentida, egoista y caprichuda pero no estaba lista para que te murieras. No tan pronto, no en miercoles, no esta semana, no este año...

Y sé que ahora estás mejor. Que lo sepa no quiere decir que lo acepte y lo asimile, pero lo sé.

Y no es que te quiera mucho, es que de verdad te amo. Sigues siendo un pilar en mi vida.

Te amo, Lú. Hahahaha, eso fue muy decente, los últimos años ya no eras Lú, eras Lula lulera... y hasta eso me aguantabas. Te amo, Lula lulera, eres la mejor tía. Y te extrañaré mucho.